Oh María,
Estrella del Mar,
una vez más recurrimos a Ti,
para encontrar refugio y
serenidad,
para implorar amparo y socorro.
Madre de Dios y Madre nuestra,
dirige tu dulcísima mirada
a todos los que cada día afrontan
los peligros del
mar,
para garantizar a sus familias
el sustento necesario para la vida,
para
tutelar el respeto de la creación,
para servir a la paz entre los pueblos.
Protectora
de los migrantes e itinerantes,
ayuda con atención materna a los hombres,
mujeres y niños obligados a huir de sus tierras
en busca de futuro y de
esperanza.
Que el encuentro con nosotros
y nuestros pueblos no se transforme
en
fuente de nuevas y más graves
esclavitudes y humillaciones.
Madre de
Misericordia,
implora perdón para nosotros, que,
cegados por el egoísmo,
ensimismados en nuestros intereses
y prisioneros de nuestros temores,
estamos
distraídos ante las necesidades
y sufrimientos de los hermanos.
Refugio
de los pecadores,
obtén la conversión del corazón
de los que generan guerras,
odio y pobreza,
explotan a los hermanos y sus fragilidades,
hacen de la vida
humana indigno comercio.
Modelo de
caridad,
bendice a los hombres y mujeres
de buena voluntad, que acogen y sirven
a los que llegan a esta tierra:
que el amor recibido y donado
sea semilla de
nuevos lazos fraternales
y aurora de un mundo de paz.
Así sea.
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