Gran Espíritu, escúchame.
Gracias por el Sol que calienta nuestro hogar,
y que llena con su luz,
cada rincón de la tierra.
Gracias por la Luna y las estrellas,
los ríos que fluyen agua limpia y pura,
las hierbas botánicas, medicinales frutas, frutos secos, cereales, pescado, carne.
Míranos, a hijos de la naturaleza,
y enséñanos la paciencia de la tortuga,
danos una vista de águila.
Da a nuestros profetas, sabiduría,
enséñanos a amar a nuestra Madre Tierra
con su amanecer, su ocaso, las oscuras nubes, flores.
Tu gran Misterio nos hace únicos
y dignos de nuestra fe antigua.
Cuando se apague el fuego
y el viento ya no sople más,
guíanos en el camino brillante
al lugar de nuestros padres,
zonas de caza felices.
Sea, oh! Gran Espíritu,
que así sea!
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