† Mi Señor Jesucristo,
verdadero Dios hombre,
que sufriste por toda la raza humana,
que fuiste insultado, torturado
y clavado a la Santa Cruz,
que encomendaste Tu Espíritu al Padre Eterno,
y venciendo a la muerte, resucitaste,
gloriosamente el tercer día.
Postrado a tus pies yo,
con sincero arrepentimiento de mis pecados,
te pido, Señor,
concédeme la paz mental que necesito tanto,
aleja mi corazón de los malos deseos,
malos pensamientos y malos sentimientos,
para que así, con la mente limpia,
me puedas conceder el gran favor
que en este momento te pido:
(Hacer la petición)
Permíteme Señor, la paz del alma,
que siempre esté unida a Ti en mis acciones,
mis palabras, mis pensamientos,
Señor, que sea fiel a tus enseñanzas,
sin olvidar nunca tus santos consejos.
Líbrame de la tentación
por tus cinco heridas te lo ruego, Señor Jesús,
para iluminar mi Espíritu,
para purificar mi alma y mi cuerpo,
haciendo que sea paciente como Tu,
cuando sufrías en Tu pasión.
Enséñame a perdonar a mis enemigos
con la medida que perdonaste la los tuyos,
cuando estabas en la cruz, y le pediste a Dios Padre:
"Señor, perdónalos
porque no saben lo que hacen."
Por Tu gloriosa muerte y resurrección te pido, Señor,
que me ayudes en la práctica de las buenas virtudes,
para poder, para merecer y disfrutar
de Tu presencia para siempre.
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quita los pecados del mundo,
danos la paz.
Que así sea.
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