Oh, San Jorge,
guerrero vencedor del dragón,
ruega por nosotros.
San Jorge guerrero valeroso
Que tu lanza abatiste y venciste al feroz dragón
Ven en mi auxilio en las tentaciones del demonio
Los peligros, las dificultades, las aflicciones.
Cúbreme con tu manto,
Escóndeme de mis enemigos,
mis perseguidores.
Protegido con tu manto,
Caminare a través de los mares, noche y día,
Y mis enemigos no me verán, no me oirán,
No me seguirán.
Bajo tu protección no caeré, no me perderé,
No sangrare.
Igual que el Salvador estuvo nueve meses
protegido en el vientre de la Virgen María,
así yo estaré protegido bajo tu manto,
Teniéndote delante de mí,
armado con tu lanza y tú escudo.
Amén.
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