Oh Dios!
Que enseñaste a la bienaventurada Santa Eduviges
a renunciar de todo corazón
a las pompas del mundo,
por seguir con humildad
el camino de tu cruz.
Concédenos por sus méritos
que aprendamos, a no menospreciar
las perecederas delicias de este siglo
y a vencer por tu amor
todas las adversidades de esta vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
(solicitar la petición).
Amén.
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