Que tu voluntad, Señor,
Dios nuestro y Dios de nuestros padres,
sea hacernos viajar en paz
y llegar sanos y salvos.
Sostennos y guíanos a la meta de nuestro viaje
con vida, gozo y paz
y haznos volver sanos y salvos a casa.
Presérvanos en el camino
de la acechanza de todo enemigo,
de toda trampa y de todas las desgracias
que sobrevienen en el mundo.
Envía tu bendición
sobre la obra de tus manos
y haznos encontrar gracia,
misericordia y compasión a tus ojos
y a los ojos de los que nos vean.
Escucha el grito de nuestra súplica.
Bendito eres, Señor,
que escuchas nuestras súplicas.
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