Divina Rosa de Jericó,
por la bendición que recibiste,
la virtud que encierras
y el poder que se te concedió
en el amor de Jesús
y su infinita misericordia,
te ruego que me ayudes a conservar la salud
(a recuperar la salud, si se está enfermo),
para afrontar las vicisitudes de la vida
con la fuerza necesaria
y poder vencer cada uno de los obstáculos
que se me presenten.
Yo te adopto Rosa de Jericó
y te doy la bienvenida a mi humilde hogar
para que finalice tu errar por los desiertos
y encuentres en este humilde lugar
tu mansión definitiva.
Te doy el nombre de ________
y prometo cuidarte y respetarte siempre.
Amen.
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