En este día y a esta hora,
voy a hacer girar
la rueda de la buena fortuna hacia mi.
Por el inmenso poder
de la hermosa diosa Diana:
¡Invoco a la buena suerte
para que me acompañe
en todo momento y lugar!
¡Oh tú, hermosa Diana!,
aleja de mí todas las malas energías
y dirígelas hacia la oscuridad
de las profundas aguas del mar
donde ni a mi, ni a nadie
puedan seguir haciendo mal.
Cuándo la mala suerte salga de mi
la arrojaré fuera,
muy lejos y nuca más regresará.
Si me concedes este favor,
oh, hermosa Diana,
la alegría en mi casa
volverá a reinar,
y mi corazón será tuyo.
Entonces, contento y alegre
emprenderé el camino
porque estoy seguro
que con tu ayuda,
la buena suerte hallare
y los caminos se irán abriendo
a mi paso para que todo me salga bien.
¡Que así se cumpla lo solicitado,
por la gracia de la Gran Diana !
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