Corazón divino de Jesús,
por el Corazón de María,
la mujer nueva de Nazaret,
nos consagramos a tu Corazón
para ser en nuestro mundo
antorcha de esperanza para los decaídos,
alegría para tantos jóvenes
que se encuentran solos y desesperados.
No nos dejes caer en la tentación
de no hacer nada.
Ayúdanos a sembrar los caminos de amor
a los que sufren
y ser entre los jóvenes constructores
de la Civilización del Amor.
Amén.
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