María, Nuestra Señora de Lourdes,
mi corazón joven, está contigo.
Quiero tenerte en mi vida,
en mis estudios, en mis sueños e ilusiones
en los momentos duros...
Contigo quiero vivir llevando a Jesús
y mi adhesión a su evangelio.
María, Señora del corazón profundo y silencioso,
quiero que me ayudes a hacer camino
en la presencia de Dios.
Enséñame a abrir mi corazón a su voluntad,
a su proyecto de vida, en mi vida
Abre mi corazón joven a las personas,
a la comunidad.
Abre mi vida al compromiso
y comunión con la Iglesia de Jesús.
Despierta en mi corazón, Madre buena,
la alegría y el gozo para que deje semillas de esperanzas
a mi paso por la tierra.
Cuento contigo.
Que tu amor de madre, que tu bondad
y la ternura me acompañen a los pasos de ni camino.
Yo te amo, yo te necesito, yo me entrego a ti.
Gracias Madre, por tu presencia en mi camino,
cada día.
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