¡OH! Glorioso soldado Romano,
que fuiste de Dios conferido
que fuiste de Dios conferido
a cumplir el don de la caridad.
.
Por las pruebas más grandes
a que fuiste sometido por el Señor,
yo te pido de todo corazón
yo te pido de todo corazón
que combatas la miseria de mi casa,
que la caridad de tu Alma
que la caridad de tu Alma
me siga por dondequiera que vaya.
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Y me de suerte en mis negocios.
.
¡OH! San Martín Caballero
del Señor fiel Misionero,
líbrame de todo mal.
Para que nunca me falte Salud,
Para que nunca me falte Salud,
Trabajo y Sustento.
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